El Gobierno de Perú eliminó el uso obligatorio de las mascarillas en lugares públicos de las zonas del país en las que el 80% de los pobladores haya recibido tres dosis de las vacunas contra el coronavirus.
El primer ministro, Aníbal Torres, informó que la decisión se tomó en la reunión del Consejo de Ministros y que entrará en vigencia entre hoy o mañana.
«En aquellos lugares donde se ha vacunado con las tres dosis el 80 % o más, el uso de la mascarilla es facultativa, el que desea la usa, el que no desea no la usa», remarcó Torres en una rueda de prensa.
Sin embargo, no es el primer país que dio este paso, ya que en América ya lo hicieron Argentina, Chile, Paraguay, México y Estados Unidos,
Mientras que en Europa tambien lo llevaron adelante Alemania, Bélgica, España, Francia, Inglaterra, Países Bajos y Turquía; en tanto que en los próximos días Austria, Grecia, Israel e Italia lo implementarán en los próximos días.
Renunció Condori
El ex ministro de Salud de Perú Hernán Condori renunció hoy como asesor de un organismo de esa cartera, después de una fuerte polémica por su acceso a ese cargo, cuestionado incluso por la vicepresidente de la república, Dina Boluarte, se informó oficialmente.
Condori dimitió al cargo de asesor de la Dirección de Redes Integradas de Salud (Diris) de Lima Este, según una resolución del Ministerio de Salud citada por la agencia de noticias Andina.
La noticia del nombramiento de Condori como asesor causó una polémica que involucró a Boluarte y fue reflejada ayer por la prensa peruana.
«Les agradecería que le pregunten al ministro de Salud (Jorge López Peña). Si a mí me preguntan, si yo lo hubiese tomado en cuenta para colocarlo como asesor a un ministro censurado, yo no lo hubiera hecho», afirmó la vicepresidente.
Condori fue designado ministro de Salud el 8 de febrero y debió dejar el cargo a fines de marzo, al ser censurado por el Congreso.
Fue cuestionado entonces por denuncias según las cuales ejerció las especialidades de ginecología y obstetricia sin tener título habilitante y publicitó el consumo de «agua arracimada», un producto medicinal cuya efectividad no está probada científicamente.